lunes, 8 de noviembre de 2010

Relojes de quarzo, automáticos y sistema "Kinetic"

El reloj es un objeto imprescindible en la sociedad actual, siempre pendiente de la puntualidad. Pese a ésta popularidad, mucha gente desconoce las principales diferencias entre un reloj de cuarzo, uno de mecánico y uno con sistema “Kinetic”.

Para empezar, tenemos los relojes de cuarzo. En su interior contienen un oscilador de cuarzo de 33KHz, que nos permite disfrutar de una afinación diaria muy precisa de entre -0.5 a +0.7 segundos/día, una cantidad ínfima. Esto es debido a que el cuarzo tiene un comportamiento muy constante y conciso.

El funcionamiento de los relojes de cuarzo está garantizada por una pila, que nos puede dar una autonomía de 2 a 5 años. Actualmente, ya hay marcas (por ejemplo, Tissot) que incorporan un mecanismo que nos avisa cuando la pila se está agotando.

Interior de un reloj automático
Por otro lado tenemos los relojes automáticos. Su principal característica es que no dependemos de una pila. Los relojes automáticos son relojes mecánicos con un sistema de rotor (o masa oscilante) y que reacciona con el movimiento de la muñeca (lo que carga la rueda).

Para terminar, también encontramos los relojes con sistema "Kinetic", marca registrada de Seiko. La diferencia entre este sistema y el mecánico es que la afinación en los relojes con sistema "Kinetic" es superior a la de uno de quarzo. "Kinetik" es uno de los sistemas más populares, pero otras marca han creado su propio mecanismo: Tissot ha desarrollado "Autoquartz", y Festina, "Mecaquaz".