lunes, 9 de julio de 2012

La perla, la piedra de Cáncer

El signo del zodíaco que rige la luna, el de los nacidos del 22 de junio al 22 de julio es el signo de Cáncer. Su piedra talismán es la perla, que puede convertirse en un amuleto personal en diferentes ocasiones. La mitología las asocia a la Luna, el regente de cáncer, por su apariencia suave, redonda, resplandeciente...

Se dice que las perlas sirven para olvidar enojos y los chinos les atribuían el poder de la eterna juventud. En Grecia las mujeres ricas las utilizaban molidas para adornarse el pelo con su iridiscencia. En la India se creía que proporcionaban paz espiritual y fortalecían el cuerpo y la mente. Los griegos atribuyeron a la perla, también, la virtud de fortalecer el corazón y confortar el espíritu.

En la antigua creencia china, las perlas caían del cielo cuando los dragones peleaban entre las nubes durante las tormentas y, por ello, se relaciona con las gotas de lluvia. Se decía que las perlas eran las lágrimas de la Luna que caían al mar. La perla ocupa una posición única y destacada por su dureza. Es considerada una de las gemas más importantes aunque se diferencia de las demás a causa de su origen: se forma en un ser vivo. Puede ser de muchos colores: blanco, tonos suaves de rosa, amarillo, azul, gris y negro.

Una perla
Representan la virtud, la sabiduría, la generosidad y la lealtad y se relacionan con la energía femenina. Su capacidad calmante es muy fuerte, para aliviar y suavizar los momentos en los que se pierden los nervios. Absorbe la energía negativa y tranquiliza a la persona. Esta indicada para aquellas personas que sufren de palpitaciones del corazón. También es muy recomendable para los que padecen de miedos y angustias. Abre el chakra basal.

La perla simboliza lágrimas, pero también el amor, la paciencia, la pureza de mente y de alma y la fidelidad. No se recomienda regalar un anillo o alianza con perlas, ya que podría producir dolor debido a un rompimiento. Por el contrario, el collar infunde energía, siempre y cuando las perlas estén en número impar. Creen algunos que la novia que las lleve en el collar o el vestido el día de su boda será desgraciada, sin embargo, puestas bajo la almohada de la esposa remedian su esterilidad si la padeciere.