Uno de 50, de ediciones limitadas a éxito internacional

Uno de 50 es una de las firmas de joyas y bisutería que más éxito ha tenido estos últimos años. Su éxito ha sido tan espectacular que incluso ha obligado a cambiar sus propias convicciones iniciales para poder llegar a todas sus fans y dar cobijo a la fuerte demanda. Podemos decir que Uno de 50 se ha tenido que reinventar gracias (o por culpa de) a su éxito, sus creaciones atrevidas, próximas y finísimas.

El candado, uno de los símbolos de Uno de 50

Uno de 50 fue fundada a finales de 1996 por Concha del Río, una diseñadora madrileña que quería hacer algo excepcional. Del Río concibió Uno de 50 como una marca exclusiva, con 50 modelos de un solo diseño. Del Río quería que las chicas se sintieran especiales con piezas exclusivas, con diseños únicos y propios, pero la demanda de estas piezas fue tan elevada que Uno de 50 se vió obligado a producir más para satisfacer toda la demanda.

Uno de 50

El diseño y la finura de Uno de 50 explican el boom de sus piezas. Las colecciones de Uno de 50 tienen una gran personalidad y sorprenden con diseños de gran calidad, creativos y, por modernas y transgresoras, como la colección para este otoño/invierno.

Uno de 50 tiene a muchas embajadoras, como Eva González

Uno de 50 usa una aleación de metales especial, lo que logra los diseños más rotundos y aporta una textura manual muy particular. Además, todas las creaciones son sometidas a un proceso antialérgico, a un baño de plata de 15 micras y a diversos controles de calidad.

Esta es una de las últimas colecciones de Uno de 50

En 1999, Del Río se centró en el diseño de las joyas y de los complementos y cedió la firma al empresario relojero José Azulay, quien a partir de entonces potenció la marca a nivel internacional y consiguió exportar la marca a otros países y mercados. Actualmente, Del Río ya no está en Uno de 50, pero su calidez, su dedicación y trabajo siguen dominando las colecciones de Uno de 50.

Podéis ver todo el surtido de Uno de 50 en nuestra tienda online. ¡Disfrútala!